En la crítica de hace unos meses a este manga, mencionaba que tenía varios fallos, pero el principal de ellos era que se trataba de una historia infantil. Parece que me equivoqué, parece que en realidad es el viaje de un muchacho que empieza siendo un pedante de mucho cuidado a una persona decente que aprende a vivir consigo mismo y sus aspiraciones intelectuales de una manera que no le dan ganas a uno de pegarle una bofetada y cruzarle la cara.
Pero esto es reciente, son los dos últimos capítulos; ahora viene la prueba de fuego (el retorno al pueblo) en la que nuestro protagonista tiene que mostrar de verdad su mejora e iniciar, habiendo traspasado el umbral de su antigua casa, que está decidido a tener una nueva vida. Se nos muestras varias opciones obvias, entre ellas el que se encuentre con su pasado y recaiga, el que lo afronte como un hombre o el que sea raptado por la chiflada que lo destrozó espiritual y físicamente en la fase anterior de la historia.
Veremos. Por ahora solo podemos decir: tal vez llegue a ser una historia notable.
