Manga del mes 2# Vinland Saga... ¡y Claymore!

Estoy pensando en los grandes escritores de novela histórica. La verdad, no tengo ni idea de novela histórica. Conozco a Galdós en castellano, sé que Conan Doyle sentía predilección por el género, he leído Salambô, he leído El Siglo de las Luces, sé que llegó a ser un género increíblemente popular hasta que el cambio el paradigma histórico (a partir de los años 20, en Francia) y luego se le acusó de edulcorar el pasado de forma ingenua. Aun así, creo que a día de hoy sigue siendo bastante popular entre cierto tipo de lectores. 

Entonces, he leído lo que supuestamente debe leerse en un buen principio sobre novela histórica. Aunque me falta, incluso, para cumplir ese concepto. La cuestión es la siguiente: la novela histórica buena, la que vale la pena, es que la que utiliza las sutilezas de la literatura para darnos el espíritu de la época. Es su propiedad principal. 

¿Y cómo puede hacerse eso con un manga, un medio que necesariamente nos condena a admirar al protagonista como una imagen, sin conocer su dimensión espiritual? Victor Hughes en comic no parece un personaje probable. 

¿Ahora se entiende el reto mayúsculo que supone un manga histórico, no? No ya a nivel de erudición sobre la época tratada, sino sobre el arte que hay que dar para cumplir los requisitos de una buena obra de esas características. Uno no escribe una historia que transcurre en otro tiempo solo por que le fascina, así se producen obras mediocres: 

A todo eso se añade el hecho de que Vinland Saga no trata un héroe: eso haría que las cosas fuesen más sencillas. Al prohibir la idealización del personaje, seguir un manga cuyo objetivo único es la destrucción del personaje se hace más difícil. ¿Para qué leer un manga que ya sabemos cómo termina? Se podría oponer que al final el mangaka no termina la historia así, pero eso el lector no lo sabe. En ese aspecto, Vinland Saga es un dechado de virtudes si se compara con otros mangas. El personaje es unidimensional, durante páginas y páginas lo único que hace es matar gente sin ningún otro atractivo que la indiferencia hacia el género humano. 

La historia se rompe cuando el objeto de su venganza muere asesinado, pierde la razón de su existencia y es enviado como esclavo a una granja en la que el dueño es extrañamente amigable. Ahora estamos ante el primer punto álgido tras esa ruptura: Canute, el rey de Dinamarca, quiere hacerse con el control de Inglaterra, y ha llegado al lugar adonde mandó a su antaño amigo Thorfinn como esclavo. Es el momento perfecto para acercarse a una historia escrita con mucho oficio y cariño. 

Claymore 135#


Bueno, después de haberle dedicado tanto en el mes anterior, este tendrá que ser más corto: un lector mediocre va a decir que este capítulo de Claymore es otro capítulo más, de relleno, aburrido. Pero como ya dije en el post anterior sobre la serie, al autor del manga le importa un pepino lo que pensemos nosotros sobre su manga. Va a seguir con el plan , y esas quince páginas que se ven tan mal ahora, en un tankobon se van a sentir muy distintas, y seguramente enriquezcan la historia. Mucha gente que lee mangas mensuales se olvida, sin querer, de que el manga se cuenta en tomos, no es capítulos. 

Por lo demás, un desarrollo estupendo, una forma magnífica de introducirnos en el mundo de Priscilla, en el que se muestra que su padre, un Yoma, la amaba, y se vio obligado a comerse a su familia por el encierro. Es una peripecia narrativa de lo más ingeniosa: la historia de cómo mi papá se comió a mi mamá. Evidentemente, Priscilla tiene la cabeza como un colador, y los recuerdos y las determinaciones se le pasan en menos de un segundo.Me parece que esta parte va a ser bastante irrelevante, en el sentido de que Yagi no puede dejar a la pequeña Riful ganar la batalla. Pero, una vez más.. ¡Dae tiene un recuerdo! Dae es un personaje comodín, que sabe todo o, al menos, parece que puede fastidiar los planes de Louvre. 

¡Hasta el mes que viene!